Históricamente la rama cristiana protestante nace a raíz de los intentos de Martín Lutero de reformar la iglesia católica en el siglo XVI. Si bien, aunque su primera intención nunca fue la de separarse de la iglesia católica, sin embargo fue expulsado de ésta y a raíz de su trabajo, surgieron otros reformadores, que, con el tiempo, se independizaron del Vaticano y formaron la Iglesia Protestante.

Una de las primeras y mayores diferencias entre el Catolicismo y el Protestantismo es el hecho de la suficiencia y autoridad de la Escritura. Para los católicos la autoridad de la fe está determinada por la Biblia y el magisterio de la Iglesia (la tradición), que tiene el mismo peso. Los protestantes creen que solo la Biblia es la única fuente de la revelación especial de Dios a la humanidad, y como tal, nos enseña lo que es necesario para nuestra salvación del pecado. Los protestantes ven la Biblia como la norma por la cual todo el comportamiento cristiano debe ser medido. Esta creencia es comúnmente conocida como “Sola Scriptura” y es uno de los “Cinco Solas” (sola viene del latín “solamente”) que surgió de la Reforma Protestante como resumen de algunas de las diferencias importantes entre católicos y protestantes. Las cinco frases están entrelazadas alrededor del argumento principal de la Reforma: Sola Gratia (Por Gracia solamente). Solo Cristo (Por Cristo solamente). Sola Fide (Por Fe solamente). Sola Scriptura (Por la Escritura solamente). Sola Gloria Dei (Para la Gloria de Dios solamente) “La justificación por la fe sola por causa de la justicia de Cristo, imputada al creyente por decreto de Dios, y enteramente por su soberana gracia.

En el tema de la Salvación, los católicos creen que uno llega a ser salvo por sus propios méritos, conforme a los sacramentos, de manera que uno podría entrar en el cielo, simplemente haciendo obras. Pero no están seguros de ser salvos. El bautismo que reciben en la infancia borra el pecado y da nueva vida. Y si después uno peca, tendrá que hacer penitencias para disminuir su pena, siendo la Iglesia Católica quien irá administrando el perdón de Dios. Los evangélicos creen que uno es salvo por gracia, por la fe en el Evangelio de Cristo, no por las obras. (Efesios 2:8-9) “Porque por gracia ustedes han sido salvados mediante la fe; esto no procede de ustedes, sino que es el regalo de Dios, no por obras, para que nadie se jacte”. El bautismo es sólo un símbolo de la fe; no borra el pecado y tiene que hacerse cuando existe realmente un arrepentimiento personal y sincero. Las buenas obras son la evidencia de la salvación, en una vida cambiada por la fe; no son “pagos” a cambio de perdón.
No creemos en el oficio y la autoridad del Papa, el cual se hace llamar el Vicario de Cristo, tomando el lugar de Jesucristo como la cabeza visible de la Iglesia y como tal tiene la habilidad de hablar “ex cátedra” (con autoridad sobre asuntos de la fe y la práctica), y cuando él lo hace, sus enseñanzas son consideradas infalibles y obligatorias sobre todos los cristianos. Por otra parte, los protestantes creen que ningún ser humano es infalible, y que sólo Cristo es la cabeza de la iglesia, donde el poder espiritual y la autoridad no descansan en las manos de hombres comunes, sino en la misma Palabra de Dios registrada en la Escritura.

Ya sabemos que mucha gente se burla de esto. El Evangelio nos dice que el ángel de Dios le dijo a José, el prometido de María, madre de Jesús, antes de casarse: "José, descendiente de David, no tengas miedo de tomar a María por esposa, porque su hijo lo ha concebido por el poder del Espíritu Santo." (Mateo 1:20)

Ya los fariseos le insinuaron a Jesús que era un bastardo (Juan 8:41), y en tiempos de los primeros cristianos muchos se burlaban de ellos, porque no creían que María concibió siendo virgen. Y, de hecho, hoy en día; a cualquiera que afirmara que JESÚS fue concebido por una mujer virgen, lo tacharíamos de farsante o de loco. Pero insistimos; Jesús no era "cualquiera". Y no es descabellado creer que alguien que fue tan extraordinario, mientras anduvo en el mundo y que salió de éste de una forma tan extraordinaria igualmente, mediante la resurrección y la ascensión al cielo, también llegara a este mundo, de manera tan poco común.

Sí, los evangélicos creemos que Jesucristo fue concebido por la virgen María, por obra del Espíritu Santo. Así enseña claramente la Biblia. Sin embargo, no hay nada en la Biblia que indique que María siguiera siendo virgen tras su concepción, ya que Jesús tenía hermanos, como indican varios pasajes (como por ej. Marcos 3:31-35).
María es un ejemplo magnífico de una persona que fue obediente a Dios y también a su Señor, durante toda su vida. Pero ¡no es mediadora entre los hombres! Jesucristo es el único mediador, como nos dice (1 Timoteo 2:4-6) "Dios quiere que todos los hombres sean salvos y vengan al conocimiento de la verdad, pues hay un solo Dios, y un solo mediador entre Dios y los hombres, el cual dio a sí mismo en rescate por todos".

Los evangélicos no veneramos ninguna imagen, porque tenemos acceso directo a Dios Padre, gracias a la obra reconciliadora de Jesucristo. Como creyentes entendemos que nuestra adoración debe dirigirse únicamente a Dios, como dice (Éxodo 20:3-4) “No tengas ningún otro dios aparte de mí. 4 No te hagas ninguna clase de ídolo, ni imagen de ninguna cosa que está en los cielos, en la tierra o en el mar. 5 No te inclines ante ellos ni les rindas culto, porque yo, el Señor tu Dios, soy Dios celoso, quien no tolerará que entregues tu corazón a otros dioses”. En realidad, cualquier cosa o elemento que sustituye a Dios y a quién diriges tus plegarias,se convierte en un ídolo. Y como nos advierte el apóstol Juan en (1 Juan 5:21) “Queridos hijos, aléjense de todo lo que pueda ocupar el lugar de Dios en el corazón”.

No, los evangélicos o protestantes no son raros, ni son una secta. Indudablemente, siempre encontrarás a gente un poco rara dentro de cualquier grupo, pero no es un rasgo característico nuestro. Lo que sí podemos decir es que, en algunos países son el grupo cristiano predominante del país, como por ejemplo en Estados Unidos, Alemania, Suiza o los Países Bajos. Lo que ha pasado en nuestro país es que el protestantismo ha tenido un carácter marcadamente minoritario ya que tradicionalmente fue perseguido en España, desde los tiempos de la Inquisición hasta la dictadura de Franco. En los últimos años, los evangélicos se han convertido en la primera minoría religiosa en España. Pero somos personas normales, que buscamos acercarnos a Jesús, a través de una relación de amor.

Bueno, en realidad preferimos decir que no tenemos religión, si por religión se entiende una institución jerarquizada y estructurada a nivel internacional, con una sede central. Más bien, preferimos hablar de que tenemos una relación con Dios. Aparte de ésta, que es fundamental para nosotros y la base de nuestra creencia, tratamos de imitar a los primeros cristianos, que se reunían con sencillez, muchas veces en sus propias casas, y se organizaban en congregaciones locales independientes.

Sí que reconocían la autoridad dada por Jesucristo a los apóstoles (la mayoría de los cuales vivía en Jerusalén) y seguían las enseñanzas que ellos daban; pero no tenían diócesis, ni obispados, ni arzobispados, ni ninguna autoridad eclesiástica y nosotros funcionamos de la misma manera en nuestra iglesia. Lo que buscamos es tener comunión (o compañerismo) con miles de cristianos de todo el mundo, que se organizan de forma parecida en sus iglesias autónomas, bajo el señorío de Cristo.

Sí. No hay ninguna prohibición contra esto en la Biblia. Una vez el Apóstol Pablo mencionó que sería bueno, si uno pudiera quedarse soltero, para así dedicar más tiempo a la obra de Dios, pero que si no tiene el don del celibato, que debería casarse. (1 Cor. 7:8-9) "Digo, pues, a los solteros y a las viudas, que bueno les sería quedarse como yo; pero si no tienen don de continencia, cásense, pues mejor es casarse que estarse quemando [con pasiones sexuales]."

Curiosamente el Apóstol Pedro escribe que algunos intentarán prohibir el matrimonio en los últimos días. "Estos prohibirán casarse y mandarán abstenerse de alimentos que Dios creó para que con acción de gracias participaran de ellos los creyentes y los que han conocido la verdad." (1 Tim. 4:3)

Muchas personas piensan que todos los caminos llevan a Roma y que "lo justo" sería que cualquier camino o religión debería llevarnos a Dios, siempre y cuando seamos "sinceros". Pero, Dios dice que desgraciadamente esto no es así. Jesucristo claramente dijo, "Yo soy el camino, la verdad y la vida; nadie viene al Padre sino por mí." (Juan. 14:6) De modo que, la única manera de llegar a Dios y de reconciliarse con Él, es por medio de su único hijo, Jesucristo, creyendo en lo que Él hizo por nosotros, en que se hizo hombre, naciendo, murió en una cruz por nuestros pecados, para reconciliarnos mediante su sacrificio con Dios, y lo más importante y fundamento de nuestra fe, que resucitó y está con el Padre, preparando un lugar a todo él que cree en él y en su sacrificio salvador.

La mejor manera de llegar a comprender esta verdad profundamente es por medio del estudio de sus palabras, buscando la Verdad, en la Biblia, que es la Palabra de Dios y dejando que la tercera persona de la Trinidad, el Espíritu Santo, que mora en nosotros, os guíe. Si quieres más información y/o ayuda, contacta con nosotros.